A continuación os transmito una serie de consejos que os pueden ayudar aguantar durante estas semanas de cuarentena:

Si NO estás afectado pero estás sintiendo una serie de emociones con alta intensidad y/o persistentes como:

● Nerviosismo, AGITACIÓN o tensión, con sensación de peligro inminente, y/o pánico.

● No puedes dejar de pensar en otra cosa

● Necesitas INFORMACIÓN constante.

● Tienes dificultad para CONCENTRARTE

● Te cuesta desarrollar tus labores cotidianas o realizar tu trabajo

● Estás en estado de ALERTA, analizando tus sensaciones corporales, e interpretándolas como  si fueran síntomas de enfermedad, siendo realmente los signos normales habituales.

● Te cuesta controlar tu preocupación y preguntas persistentemente a tus familiares por su estado de salud, advirtiéndoles de los graves peligros que corren cada vez que salen del domicilio.

● Notas un aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada (hiperventilación), sudoración, temblores sin causa justificada.

● Presentas problemas para tener un sueño reparador.

TE ACONSEJAMOS QUE:

1. Reconoce tus emociones. El aislamiento puede provocarnos:

                – Sensación de extrañeza: es normal, ni tu ni tu familia ni nadie hemos vivido una experiencia parecida.

                – Incertidumbre: Es normal, no sabemos cómo van a transcurrir los acontecimientos, ni cuánto durará esta cuarentena.

                – Moral baja: Es normal que con el paso de los días sientas apatía o falta de interés/ilusión

                Ansiedad: Un poco más adelante pueden venirte sensaciones de falta de aire, miedo irracional, ataques de llanto, todo ello son síntomas de ansiedad.          

Todas estas emociones, son NORMALES porque a nuestro cerebro le cuestan mucho los cambios. Intenta ACEPTARLAS con RESPETO. Si es necesario, comparte tu situación con las personas más cercanas para encontrar la ayuda y el apoyo que necesitas. Aunque estemos físicamente aislados, tenemos que intentar mantenernos cerca unos de otros aprovechando las ventajas de las tecnologías.Todo esto pasará.

2. Intentes identificar los pensamientos que te generan malestar. Pensar constantemente en la enfermedad puede hacer que aparezcan o se acentúen síntomas que incrementen tu malestar emocional. Cuando identifiques estos pensamientos hazte 2 preguntas:

– ¿Pensar en esto me sirve para algo?

– ¿Pensar en esto me hace bien?

– Si la respuesta es NO a estas dos preguntas, cierro los ojos, me concentro en mi respiración y tomo aire 3 veces.

3. Cuestiónate: busca pruebas de realidad y datos fiables. Cuando busques información, busca hechos y los datos fiables que ofrecen los medios OFICIALES y CIENTÍFICOS y evita información que no provenga de estas fuentes.

4. Evita la sobre-información, estar permanentemente conectado no te hará estar mejor informado y podría aumentar tu sensación de riesgo y nerviosismo innecesariamente.

5. Informa a tus seres queridos de manera realista. En el caso de niños o personas especialmente vulnerables como ancianos, no les mientas y proporciónales explicaciones veraces y adaptadas a su nivel de comprensión.

6. Contrasta la información que compartes. No transmitas mensajes que no provienen de fuentes oficiales porque puedes ayudar a mantener el alarmismo en los demás.

PAUTAS Y TAREAS DE AUTOCUIDADO en CUARENTENA

● Mantengas una actitud optimista y objetiva. Eres fuerte y capaz.

● Lleves a cabo los hábitos adecuados y de higiene y prevención que recomiendan las autoridades sanitarias.

● Evites hablar permanentemente del tema.

● Te apoyes en tu familia y amigos.

● Ayudes a tu familia y amigos a mantener la calma y a tener un pensamiento adaptativo a cada situación.

● Acudas a fuentes oficiales y busques información contrastada por expertos: Ministerio de Sanidad, Colegios Profesionales Sanitarios, Organismos Oficiales, OMS, etc.

● No contribuyas a dar difusión a bulos y noticias falsas. No alimentes tu miedo ni el de los demás.

● Procures hacer vida normal y continuar con sus rutinas a pesar de estar en cuarentena.

● Tengas cuidado con las conductas de rechazo, estigma y/o discriminación. El miedo puede hacer que nos comportemos de forma impulsiva, rechazando o discriminando a ciertas personas.

SI PERTENECES A LA POBLACIÓN DE RIESGO según indican las entidades sanitarias

1. Sigue las recomendaciones y medidas de prevención que determinen las autoridades sanitarias. Confía en ellos porque saben lo que tienen que hacer. Ellos tienen los conocimientos y los medios.

2. Infórmate de forma realista

3. No trivialices tu riesgo para intentar evadir la sensación de miedo o aprensión a la enfermedad.

4. Tampoco magnifiques el riesgo real que tienes. Se precavido y prudente sin alarmarte.

5. Si te recomendaran medidas de aislamiento, ten presente que es un escenario que puede llevarle a sentir estrés, ansiedad, soledad, frustración, aburrimiento y/o enfado, junto con sentimientos de miedo y desesperanza, cuyos efectos pueden durar o aparecer incluso posteriormente al confinamiento. Trata de mantenerte ocupado y conectado con tus seres queridos.

6. Genera una rutina diaria y aproveche para hacer aquellas cosas que te gustan pero que habitualmente por falta de tiempo no puedes realizar (leer libros, ver películas, etc.).

SI ESTÁS PADECIENDO LA ENFERMEDAD y estás en CUARENTENA

Sigue las recomendaciones anteriores y además:

1. Maneja tus pensamientos intrusivos. No te pongas en lo peor anticipadamente.

2. No te alarmes innecesariamente. Se realista. La inmensa mayoría de las personas se están curando.

3. Cuando sientas miedo, apóyate en la experiencia que tienes en situaciones similares. Puede que ahora no lo asocies por tener percepción de mayor gravedad, y porque el aislamiento que estamos viviendo todos es una situación sin precedentes, pero si te paras a pensar, te darás cuenta de cuántas enfermedades has superado en tu vida con éxito y que esta no tiene porqué ser diferente.

Esta información procede del Colegio Oficial de Psicólogos, Álvaro Bilbao Bilbao (neuropsicólogo clínico del CEADAC), así como de profesionales sanitarios que están en contacto directo con el COVID-19.

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